La pandemia trajo cambios en la vida de todos nosotros y los niños no fueron la excepción. En una edad en la que todas las interacciones y experiencias juegan un papel importante en su desarrollo y formación, se enfrentan a cambios en sus rutinas.

Una gran pérdida en estos tiempos fue el colegio. Institución con un papel fundamental en sus vidas, donde los pone a prueba al enfrentar situaciones adversas y trabaja su adaptabilidad.

Estos cambios pueden haber originado, ahora o en el futuro, complicaciones mentales, conductuales o de relación. Hablamos, por ejemplo, de la aparición de pesadillas, agitación e irritabilidad, falta de apetito, cambios en el sueño, distracciones y miedos.

Cómo combatir las secuelas de la pandemia en los más pequeños

La mejor manera de combatir estos problemas de aspecto psicológico y comportamental pasa por:

• Afecto

Apoyar y estar presente, sin desvalorizar miedos (aunque nos parezcan sin sentido, ya tuvimos su edad y sabemos lo surrealista que es descubrir el mundo y sobretodo lo desconocido) o ansiedades.

• Comunicación

Refuerce las buenas actitudes con palabras y demostraciones. Escucha lo que tu pequeño quiere decirte o explicarte incluso dentro de sus limitaciones de vocabulario.

• Jugar

Para que no se olviden de ser niños, de trabajar la creatividad, estrechar lazos y dejarlos a gusto a nivel social. Los juegos que incluyen manualidades, rompecabezas y juegos de mesa con los más recomendados. Por no hablar de los juguetes para exteriores, estos hacen que el juego vaya al jardín, a la playa o al parque, ¡y ahí es donde deberían pasar la mayor parte del tiempo!

En conclusión, agradece a tu pequeño héroe su comportamiento ejemplar y ayúdalo a superar cualquier secuela que pueda haber dejado huella.