Hay muchos niños, principalmente en los grupos de edad de 2 a 6 que desarrollan una verdadera obsesión por los dinosaurios, los llamamos “intereses intensos”. Nos preguntamos cómo es que un tema tan complejo les puede traer tanta fascinación. Es simple, la fantasía y la imaginación juegan un papel muy importante aquí.

Estas criaturas que alguna vez vivieron en nuestro planeta son la alegría de los más curiosos. Este tipo de juguete, de hecho, también trabaja la memoria y la capacidad de procesar información. Los más jóvenes, aunque no pueden pronunciar nombres complicados como Sarchosuchus o Spinosaurus, son capaces de identificar sus hábitats y de qué se alimentan estas especies.

En relación con otros seres del mundo animal (que podemos tener en casa o ver en el zoológico), el juego está impulsado por la familiaridad y la imitación, de sonidos o hábitos.

Este tipo de juegos tiene el aprendizaje como su principal razón, ¡si no fuera por la opción de juguetes educativos relacionados con los animales de la granja inmensa! Aprenden qué tipos de animales hay, para que sirven, cómo pueden ayudarnos y cómo se relacionan.